Las causas principales del inicio de la Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial es uno de los conflictos más sangrientos y devastadores de la historia humana. El desencadenamiento de este terrible episodio fue causado por una serie de factores interrelacionados que se originaron en la década de 1930.
Entre los principales causantes se encuentra el Tratado de Versalles de 1919, el cual impuso una serie de duras condiciones a Alemania tras su derrota en la Primera Guerra Mundial. Dichas condiciones incluyeron la pérdida de territorios y la imposición de multas económicas que dejaron a Alemania en una posición de debilidad económica y política.
Otro factor clave fue el ascenso del Partido Nazi al poder en Alemania en 1933. Liderados por Adolf Hitler, los nazis promovieron una política de expansión territorial y autarquía económica que incluyó la violación de los términos del tratado de Versalles y la anexión de Austria en 1938.
La política de apaciguamiento practicada por las potencias democráticas, que buscaban evitar otro conflicto bélico a toda costa, también contribuyó a la escalada del conflicto. El Acuerdo de Múnich firmado en 1938 con el fin de aplacar a Hitler y evitar la guerra, permitió a los nazis ocupar Sudetenland, una región de Checoslovaquia.
El pacto de no agresión firmado por Alemania y la Unión Soviética en 1939 también tuvo un gran impacto en la escalada del conflicto. Este pacto permitió a Hitler tener libertad de acción en Europa occidental mientras que la Unión Soviética se encargaba de Polonia y los países bálticos.
El estallido definitivo de la guerra se produjo el 1 de septiembre de 1939 con la invasión de Polonia por parte de Alemania. Gran Bretaña y Francia declararon inmediatamente la guerra a Alemania, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial.
En conclusión, la Segunda Guerra Mundial fue causada por una serie de factores interrelacionados, que incluyen la política de apaciguamiento, la autarquía económica y la expansión territorial de Alemania y el pacto de no agresión firmado entre Alemania y la Unión Soviética. A pesar de la gravedad y la magnitud de los daños causados por este conflicto, queda la lección de que los problemas políticos y económicos no pueden ser resueltos mediante la violencia y las confrontaciones bélicas.